El bullying o acoso escolar es una de las problemáticas más estudiadas y tratadas en los últimos años. Ha sido objeto de interés por parte de múltiples disciplinas, desde la Psicología hasta el Periodismo, pasando por la Pedagogía, el Trabajo Social y otras profesiones similares.
No obstante, el acoso fraterno o bullying entre hermanos es un drama menos conocido, pero igualmente destructivo para sus víctimas. Es frecuente que este tipo de acoso infantil se confunda con una rivalidad fraternal algo exacerbada, o sea ocultado por la familia o por la propia víctima por miedo, impotencia o vergüenza, como también sucede en casos de abuso sexual o violencia machista. Así, el bullying entre hermanos pasa desapercibido, es casi un desconocido y, sin embargo, sucede con más frecuencia de lo que solemos pensar.Algunos de los signos que nos pueden hacer sospechar la presencia de un bullying entre hermanos son los siguientes:
- Baja autoestima.
- Disminución del rendimiento escolar.
- Presencia de pesadillas frecuentes, despertares bruscos.
- Signos de tristeza (tendencia al llanto, falta de interés por el juego, etc.).
- Miedo a permanecer en casa solo/a con su hermano/a.
- Retraimiento social, tendencia al aislamiento.
- En ocasiones, agresión por parte de la víctima a otros compañeros del colegio.
Recientemente, he colaborado en un artículo publicado por Lítera, en la prestigiosa revista virtual "CÓDIGO NUEVO". A continuación, os dejo el enlace para que podáis conocer más acerca de esta problemática que, por desgracia, cada vez afecta a más menores en nuestra sociedad.
Bullying entre hermanos: cuando el agresor tiene la misma sangre que tú. Código Nuevo.
Comentarios
Publicar un comentario